Calentamos todos los ingredientes a fuego medio hasta que alcancen los 85ºC, un poco antes de que la mezcla hierva y empiece a humear. Dejamos enfriar hasta los 45ºC-40ºC y vertemos en un recipiente que debemos tapar muy bien con paños y film. Lo colocamos en el lugar más cálido que tengamos de la casa, por ejemplo el horno o junto a un radiador, durante ocho horas para que fermente.
Tanto con uno u otro método después de estas ocho horas de fermentación el yogur estará listo. Ahora debemos filtrarlo para conseguir nuestro yogur griego. Con una gasa o paño fino de algodón, libre de olores y suavizantes, colamos el yogur.
Como este paso durará varias horas, mínimo cuatro, refrigeraremos el proceso. Una vez termine de colarse todo tendremos sobre el paño o gasa el yogur griego listo y en el recipiente el suero de leche, que podemos usar para tomar tal cual u otras recetas.
Con qué acompañar el ogur griego casero
El yogur griego está mucho más rico si lo tomamos al día siguiente de su elaboración, una vez lo hemos filtrado y ha reposado unas cuantas horas en la nevera. Tomará más cuerpo y tendrá mejor sabor. Acompañado de fruta fresca es un desayuno o merienda estupendo, aunque también lo podemos utilizar para aligerar salsas, acompañar platos picantes o como ingrediente para postres.
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